La guerra con Portugal

La guerra por la independencia de Portugal de la corona castellana comenzó en 1640 y terminó en 1668, con éxito para los portugueses.
Esta guerra fue especialmente cruenta con Piedras Albas (sobre todo en 1643) y gracias al relato del historiador de Coria, Gervasio Velo Nieto, que recoge lo que se relata en este documento del portugués Joao de Araujo.

Las tropas del general Alvaro de Abrantes, desde la plaza fuerte de Segura, cruzó la frontera con 1500 soldados de a pie y 600 a caballo y arrasaron el pueblo a su paso cuando iban a atacar Alcántara. En agosto de 1643.
Un soldado de los de Abrantes había aprovechado la coyuntura para robar en el pueblo y huir con el botín.
Al mismo tiempo, los piedrasalbeños indignados por el saqueo que habían sufrido, encontraron a cuatro soldados portugueses rezagados, que se habían quedado dormidos, y los mataron.
A su vuelta de Alcántara y como no tuvo éxito ya que el pueblo estaba muy bien defendido, se enteró de la muerte de soldados suyos y a los piedrsalbeños que se habían refugiado en la iglesia, a pesar de ser lugar sagrado, organizaron una carnicería y se llevaron prisioneros a los que quedaron con vida.
Desde entonces el pueblo quedó despoblado y sin ayuntamiento.
Gervasio Velo Nieto da su parecer sobre esta acción

«Horrible matanza que cubrió de luto a todos los hijos de Piedras Albas y que merece figurar con letras de oro en los anales de la villa».

A veces una aparente victoria significa una derrota.

En Alcántara durante esta guerra había tropas del ejército, en Zarza la mayor fueron los vecinos los que organizaron milicias para defenderse de los ataques portugueses.
La realidad sugiere una falta de estrategia de guerra por parte de los mandos militares castellanos al no haber desplegado ningún contingente para defender una frontera, cuyo paso estaba limitado a un estrecho puente romano, y así poder anticiparse a los más que seguros ataques portugueses,  taponando la entrada del enemigo por esa zona, ya de por si escarpada y difícil de atravesar si no era a través del puente.
Dejar desguarnecida una zona tan previsiblemente conflictiva propició la destrucción de Piedras Albas y Estorninos.
Aun a pesar de esas durísimas circunstancias, los vecinos habían vuelto poco a poco a Piedras Albas y hay constancia fehaciente de ello por un documento del AHN-M.Exp 81679 de 1678.

El 10 de abril de 1678 los vecinos se dirigen al Rey en dicho documento pidiendo romper la dehesa boyal, para tener un sitio donde poder labrar dado que, como consecuencia de la guerra, se habían quedado sin propios.

Como consecuencia de esta petición el representante del Rey, Gabriel Arévalo de Zuazo, se desplaza al lugar para comprobar lo que habían relatado los vecinos en el interrogatorio que se llevó a cabo, con el fin de que expusieran su petición.

Se recoge el testimonio de siete vecinos en representación de los 20/23 que habían vuelto al pueblo a reconstruirlo.

Todos coinciden en señalar que antes de la guerra había unos 100 vecinos de “buen genero y caudales”, que era una villa eximida, que había comprado privilegio de villa y concejo, que las guerras habían quemado y saqueado, el pueblo, sus casas, la iglesia, se llevaron sus ganados y el lugar quedó despoblado y desamparado.

Que la dehesa estaba totalmente cubierta de maleza y había lobos que se comían el poco ganado que tenían.

Como dato curioso, los entrevistados incluyen, entre los vecinos que habían vuelto, a portugueses. Seria curioso investigar si fueron los mismos que habían sido hecho prisioneros en 1643.

El representante del Rey se desplazó hasta el pueblo para hacer las comprobaciones y concluyó que efectivamente en la dehesa no había lindes ni mojones, esta deslindada, hecha monte y lleno de animales dañinos.
Por esa razón en noviembre de 1678 se concede lo que pedían.

Siguiendo con la documentación en el “Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura (1791)”
En el partido de Alcántara aparecen las respuestas sobre Piedras Albas el 6 de marzo donde habla de que había 50 vecinos, que se quejan de no tener tierras suficientes, que no había cementerio pero si sitio para hacer uno, hay escuela y maestro, cirujano, habla del litigio con Alcántara por las lindes No había ermitas en pie pero si dos, caídas, en las lindes del pueblo.
El párroco se queja de la falta de tierras de las que se ha apropiado Alcántara ya que solo tienen la Dehesa y el Coto:

“………quién siguió pleito con la villa de Alcántara sobre su goze y gano sentencia a su favor pero haviendo apelado aquella se le admitió y por no haver medios no lo han seguido y aquella villa está en su goze, con los que confina los términos que tiene este pueblo”
NOTA: En el verano de 2018 tuvo lugar una iniciativa vecinal que ha recogido y presentado sus firmas para que devuelvan el éermino municipal que le corresponde.
Están convencidos los lugareños de la enorme empatia y calidad humana de los/as alcantareños/as para restaurar el término municipal de un pueblo,al que siempre tendrán como amigo.